Desde siempre a los aurinegros nos enseñaron a luchar ante la adversidad, y nunca desistir de nuestros sueños.
El domingo disputamos un encuentro para la historia en el Pabellón Santiago Martín ante el omnipotente Real Madrid, donde caímos derrotados por 86-88.
Los de la capital de España, intentaron realizar su juego; “posesiones cortas”, no le salió del todo bien, ya que la defensa aurinegra no se lo permitió, y entre otras cosas por la zona que dibujó Alejandro Martínez para este encuentro.
Pero hubo otros factores con los que no contaba Pablo Laso, el primero fue Carles Biviá, que desarrolló un encuentro fantástico, secando a la pareja de bases blancas; Sergio Rodríguez y Draper. Pero es que aquí no acabó todo, también fue quien abanderó la remontada que hacía que los cerca de cinco mil espectadores vibráramos con el equipo. Otro factor fue, Richi Guillén quien hizo magia, sobre todo en el tercer cuarto siendo la pesadilla, del cuadro madridista, y en general el equipo demostró el espíritu de sacrificio y de lucha del que siempre hemos hecho gala.
Y llegó el momento de la historia, 12 puntos arriba, donde todos los aficionados parecíamos que estábamos tocando el cielo con la punta de los dedos, a 2 minutos y treinta segundos del final, pero aparecerían las figuras de los colegiados con decisiones controvertidas, de Rudy Fernández con un triple, y del mortífero Jaycee Carroll que desde el perímetro nos hizo añicos, dejando la victoria en manos del Real Madrid, sorteando peder el avión cuya salida estaba prevista a las 16:00 H. evitando la prórroga.
El domingo, la afición vibró con su equipo, y demostrando que somos LA FIEBRE AMARILLA.
¡GRACIAS EQUIPO!
¡GRACIAS AFICIÓN!
¡VAMOS CANARIAS!