Las aspiraciones de salvación matemáticas pasaban por vencer al Lagún Aro, pero C.B. Canarias desperdició la oportunidad perdiendo por 88-77, salvando los muebles con el average particular, y con la permanencia en la Liba Endesa aún pendiente.
Este traspié no supone una fatalidad, pero era vital para eludir el descenso. El Canarias, sólo aguantó los dos primeros cuartos, ya que en el tercero y sin que nadie lo remediara, nos machacaron.
La tónica antes del descanso, fue la igualdad, donde Levi Rost, era nuestra punta de lanza, y desde la línea 6,75 hacían un daño terrible a los donostiarra, hasta el punto de lograr una cierta ventaja (15-18). Pero a partir de aquí, sufrimos un bloqueo, y de la mano de Ekene Ibekwe, los del Lagún Aro se pusieron por delante, finalizando el primer cuarto con 19-18.
Los primeros compases del segundo cuarto, fueron los mejores del Canarias, donde marcaban diferencia Richi Guillén y Fotis Lampropoulos, llegándose a conseguir una ventaja de seis puntos (28-34). Pero los pupilos de Sito Alonso, se pusieron las pilas, y esta vez, de la mano de Qyntel Woods, le dieron la vuelta al electrónico, y nuevamente, y sin que nadie que lo remediara, nos endosaron un parcial de 11-0, llegándose al descanso con un 41-37.
Tras el primer periodo, llegó el desatre, del tercer cuarto, nuestra capacidad defensiva y anotadora decreció, no se insufló mesura al encuentro cuando se debía, precisamente cuando la desventaja era ya considerable (60-48), momento, en que los vascos marcaban territorio.
El último cuarto, fue un querer y no poder, con un Canarias que no reaccionaba, y casualmente, el técnico pide tiempo muerto, circunstancia que no mejoraría la situación, sin soluciones desde ningún lado, con 16 puntos en contra y cuatro minutos por delante, se empezó a nublar el horizonte.
Y nuevamente aparecieron estos señores que hacen su propio espectáculo, y en ocasiones, mal llamados árbitros, se inventa una falta antideportiva a Fotis Lampropoulos, para compensar las protestas de una falta antideportiva anterior a Papamakarios, que si la fue. Todo esto ocurria, cuando, el marcador señalaba un esperanzador 79-71. Momento que aprovecharon los donostiarras para marcar distancias, nuevamente gracias a los triples de Qyntel Woods.
Los instantes finales, fueron un controlar el average, es decir, proteger la renta de 15 puntos del encuentro de ida.
Ahora toca, conseguir una o dos victorias para conseguir la permanencia, y todo pasa por el Pabellón Santiago Martín, para permanecer nuestra segunda temporada en la ACB.
¡VAMOS CANARIAS!