Excelente victoria del C.B. Canarias, ante 4.713 espectadores en la noche del viernes asimilando poco a poco el roll del la mítica cancha Juan Ríos Tejera.
UCAM Murcia, se quedó “en blanco” merced a la brillante actuación del alero Saúl “Blanco”, quien aportó 24 puntos y 26 de valoración.
Este triunfo, supone casi la mitad del camino hacia ese objetivo que es la permanencia en la Liga Endesa (ACB).
Los múrcianos venían al Santiago Martín con la idea de resarcirse de su última derrota por 23 puntos en su feudo ante Asefa Estudiantes.
El comienzo del encuentro, daba una sensación equivocada, ya que parecía que íbamos a presenciar un partido de muchos puntos, y lleno de efectividad, cosa que no fue así, ya que fue un carrusel de errores por ambos bandos. Dos triples iniciales, un primero, que vendría de la mano de los pupilos de Óscar Quintana, y el otro, de los Alejandro Martínez.
Tanto es así, que el UCAM, en el transcurso del primer periodo conseguiría una ventaja amplia gracias al malagueño Berni Rodríguez y de Josep Franch, y que llevaría al entrenador Alejandro Martínez a solicitar tiempo muerto cuando el marcador señalaba un preocupante 9-14.
Pero surgió la estrella de la noche, el que dejó en blanco a los múrcianos; Saúl Blanco, con un triple y un dos más uno tras pérdida de un balón de los visitantes. En un abrir y cerrar de ojos, los aurinegros nos habíamos puesto por delante en el marcador (15-14). Finalizaría, el primer cuarto con ventaja de los pimentoneros por 17 a 20, quienes cometieron menos errores en estos diez primeros minutos.
Los fallos se sucedía uno tras otro, producto de la ansiedad, pero quien sacó fruto de los errores, fue el más novato de la categoría, y nuevamente Jesús Chagoyen con su espíritu de lucha espartana y Fotis Lampropoulos, ambos, dejaban tocado al UCAM Murcia, acabando el segundo cuarto con ventaja del C.B. Canarias por tres puntos (31-28).
Tras la vuelta de los vestuarios, Óscar Quintana vivió en sus carnes, como los aurinegros sacaban de su mochila la versión de equipo que le hizo ser una escuadra intratable en la Adecco Oro, y como un huracán, no dejó de estar siempre por encima del marcador, llegándose al final de este periodo 52-49.
Tras la vuelta de los vestuarios, Óscar Quintana vivió en sus carnes, como los aurinegros sacaban de su mochila la versión de equipo que le hizo ser una escuadra intratable en la Adecco Oro, y como un huracán, no dejó de estar siempre por encima del marcador, llegándose al final de este periodo 52-49.
Fue Nico Richotti, quien aún la ansiedad le puede, el que abrió una herida a los pimentoneros, con un triple, y posterior canasta de dos de Carles Biviá, el colchón era ya de nueve puntos.
Óscar Quintana, puso toda la carne en el asador, tras solicitar un tiempo muerto, y a partir de ahí, dio la sensación que le iba a dar resultado, puesto que se redujeron las distancias. Pero, llegó “la mano mágica” de de Saúl Blanco, quien hizo levantar a los cerca de cinco mil espectadores del Santiago Martín.
Y para colmo de males, Marcus Lewis terminó desquiciado y recibió una técnica, cuando ya el encuentro estaba casi decidido.
El final del último cuarto refrendó, un magnífico triunfo, de quien fue merecedor de ello; el Club Baloncesto Canarias por 80 a 68, y que nos coloca en el puesto décimo segundo de la tabla clasificatoria.
¡FELICIDADES AFICIÓN!
¡FELICIDADES EQUIPO!
¡VAMOS CANARIAS!