El Pabellón Santiago Martín, el que fue construido primigeniamente
para el C.B. Canarias, y que lleva el nombre del mejor presidente de la
historia de la entidad, y al igual que ocurriera con la mítica cancha Juan Ríos
Tejera, se ha convertido en un búnker. Y es que los aurinegros han dado una
clase de cómo formalizar un encuentro en su cancha venciendo por 84-77 al Blusens
Monbus que hizo lo indecible para doblegar a un Canarias que se conjuró con la
victoria, y colocarse en la decimotercera posición de la tabla clasificatoria
de la Liga Endesa.
El pabellón canarista, nuevamente registró una excelente
entrada, 4.086 aficionados, a una hora nada habitual.
Los pupilos de Alejandro Martínez empezaron concentrados en
defensa, con un Blagota Sekulić que seleccionaba convenientemente cuándo debía
encarar el aro, ayudados por el resto de sus compañeros de equipo, quienes
encestaban todo lo que les llegaba a las manos, lo que provocó la ira del técnico visitante, Moncho
Fernández. Y prueba de ello, fue el final de primer cuarto con un 20-15 y con buenas
vibraciones para el resto del encuentro.
Con el segundo cuarto, “la primera en la frente” canasta
visitante y, acto seguido, triple de Carles Bivià que provocó el deliro de la
afición. Cuando los gallegos intentaron asomar la cabeza, apareció la figura de
Richi Guillén, que con dos triples consecutivos provocó "espasmos de irritación" al
técnico visitante. Pero el Obradoiro no doblaba su rodilla en ningún momento.
El tercer cuarto, comenzaría nuevamente, “con otra en la
frente”, triple de Levi Rost, pero apareció “el Kalashnikov” del Blusens Monbus,
Alberto Corbacho, que andaba atrincherado, poniendo entre la cuerdas al C.B.
Canarias, hasta el punto igualar la contienda a 49. Pero nuevamente, los
canaristas, se enfundaron las armaduras espartanas, y de la mano de Ricardo
Úriz, culminarían dos ataques que sacaron del apuro al cuadro aurinegro. Pero,
Alberto Corbacho no se detenía ante la canasta, y desde la línea 6,75 “nos
freía”, el cansancio y la desesperación
de los gallegos terminó por pasar factura, y a ello contribuyó el fantástico
triple de Carles Bivià que desquiciaba a Moncho Fernández, concluyendo el
tercer cuarto 64 a
52.
El último cuarto, no fue nada fácil, ya que tanto Alberto
Corbacho como Terrell Buford, desde el perímetro nos lo complicaban, pero la
magistral actuación de Ricardo Úriz ponía fin a cualquier atisbo de victoria
visitante.
Desgraciada jugada fue la falta antideportiva de Richotti, que
en otras condiciones hubiese peligrado la victoria, pero el electrónico apenas varió
en tan solo un punto hasta el definitivo resultado de 84 a 77 con el que concluiría
el encuentro.
El C.B. Canarias, sigue por la buena senda de la permanencia,
y la confianza en nuestro equipo nos hace afirmar que el objetivo está
conseguido, de tal manera, que la próxima temporada seremos nuevamente ACB.
¡VAMOS CANARIAS!