La última derrota en casa en liga doméstica, significó que estuviéramos más atentos y más concentrados. Un resultado 91 – 68 que no deja líderes en Grupo B de la Basketball Champions League.
Ayer cuando las cosas no salían bien para Thad McFadden, cuando sus tiros exteriores no entraban, hizo lo que un gran jugador hace, hacer mejores a los suyos, repartiendo juego.
El último cuarto fue un paseo, porque la victoria, se casi cimentó a partir del primer periodo, donde se llegó a la renta de 25 puntos. Significar el lucimiento de Petit Niang, sobre todo con la chapa estratosférica que le puso a Williamson, quien se puso a buscar el autor del tapón. Un recital de Abromaitis y de Brussino, al que decimos que debe tomar más confianza, y no amedrentarse, ser más descarado en ataque. Marcar la figura de Lucca Staiger, un jugador que hace una labor inestimable para el equipo. Con todo los aurinegros, tenía la espinita clavada, y al toque de tres en tres, firman una diferencia de 20 puntos que fue el ecuador donde se movía el encuentro, poniendo el sello ¡AQUÍ ESTOY YO!
¡VAMOS CANARIAS!