Desolados, no sólo por la derrota, sino el cómo perdimos, cuando faltaba 1,7 segundos para el final y después de desperdiciar el trabajo de todo el encuentro.
El CAI Zaragoza se llevó una victoria que se la pusimos en bandeja (66-67). Los desaciertos, en el último cuarto, que vinieron de todos lados, nos condenó injustamente a una derrota amarga, cuando siempre fuimos por delante en el marcador.
Ahora toca mirar hacia delante, corregir errores, TODOS, y en cuanto a la afición poniendo más garra.
Somos consciente que nuestra cancha tiene que ser INEXPUGNABLE, y para ello tenemos que contagiar de pasión a los que están en las gradas.
¡VAMOS CANARIAS!