El C.B. Canarias ha conseguido, por primera vez en su historia, doblegar al vigente campeón de Europa y campeón de la Liga Endesa, ahí es nada, nos estamos refiriendo al Real Madrid.
El encuentro del domingo 20 de marzo de 2016, pasará a los anales del patrimonio de nuestro Club. Fue un partido, de los que hacen afición, y se fraguó desde la defensa, desde el compromiso, desde el trabajo, y desde el más puro estilo canarista.
Irse a un amplio resultado con el Real Madrid es casi sinónimo de derrota, pero las tornas se invirtieron, donde Nico Richotti, Javi Beiran y Tim Abromaitis martillearon la canasta blanca, pero sería injusto no significar la labor del grupo en general, porque fue solidario, porque todos se sacrificaron en pos del equipo. Factor determinante fue la afición, que rebosó el Santiago Martín, desestabilizando al coloso que nunca se encontró cómodo en la cancha.
El primer cuarto fue trepidante, y los aurinegros trataban de tú a tú a los entorchados de Europa, finalizando con dos puntos arriba del Real Madrid (23-25).
Pero todo cambió en el segundo cuarto a favor de los aurinegros, de nada sirvió la batería de cambios merengue, tan solo aportaba algo el Chacho. Pero el deliro de grada vino, tras un mate estratosférico de Nico Richotti con la oposición de Maurice Ndour que no pudo hacer nada. Muchos nos pellizcábamos, al comprobar el resultado final y la llegada al descanso, con un 56 a 43, y una sonrisa en la mochila.
Tras el inicio del tercer cuarto, el Real Madrid apretó los dientes, consiguiendo un parcial a su favor de 2 -10, a partir de ese instante fue la afición la que insufló un plus, Nico Richotti cogió el testigo, con un triple, el resto del equipo entró en la dinámica, con la ayuda inestimable de su compañero y valedor Javi Beirán, devolvió el encuentro donde estaba al inicio del cuarto. Pero la impotencia, de querer y no poder, desestabilizó al Real Madrid, pitándoles una falta antideportiva, y posterior técnica, llegándose al finar de este tercer cuarto, con 72 a 61, y los aficionados fotografiando el marcador para constatar que era cierto e enviarlo a amigos y familiares.
A partir de ese instante, la simbiosis afición-equipo tomó conciencia que la victoria estaba en nuestras manos.
Urgidos por la fe, el trabajo defensivo, se destrozó desde la línea blanca de 6,75 a los blancos, en un abrir y cerrar de ojos el electrónico señalaba un 83 a 63, el C.B. Canarias se estaba comiendo a gusto un merengue.
Pero aún había tiempo para el espectáculo, cuyos actores y pasador Nicho Richotti, posibilitó un alley oop de Ian O'Leary.
Al final, VICTORIA del C.B. Canarias por 93 a 84 que no olvidaremos jamás, sobre todos aqullos que lo vivieron en el Pabellón Santiago Martín.
¡FELICIDADES AFICIÓN!
¡FELICIDADES EQUIPO!
¡VAMOS CANARIAS!
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