El pasado domingo se vivió en un Pabellón Santiago Martín abarrotado, un encuentro entre las dos mejores defensas de la ACB, primero y segundo en la clasificación. Partido que se decantó del lado valenciano por 62 a 65.
Un encuentro, duro donde las defensas se impusieron a los ataques. La vía de agua, de los aurinegros, al margen de la mala actuación arbitral, estuvo en el desacierto desde la línea de 6,75, donde se hizo tan solo un 19% de acierto, aspecto que se nos atoja fundamental para este equipo, el cual, depende de su acierto desde el triple. Otro aspecto que marcó la diferencia, estuvo en el rebote, donde realizamos 26 capturas, mientras que el quipo toronja, realizó 40.
No vamos a restar méritos a la victoria del Valencia, pero si decimos que encuentros tan igualados las decisiones arbitrales, pueden decantar el resultado de un lado u de otro. Significar, como ejemplo, la defectuosa labor arbitral como la falta señalada a Rodrigo San Miguel tras realizar un tapón limpio, la falta de línea al pisarla, de Tariq Kirksay,… En fin, este trio de árbitros nos pareció de los más deficientes que han pasado por el Pabellón Santiago Martín.
Una piedra en el camino, un tiempo muerto en la ilusión que no hemos perdido, para ponernos las pilas, suspirar, y continuar.
¡VAMOS CANARIAS!