El viernes 26 de mayo de 2017, fue la cita de las ocasiones grandes. Tras varios días para reflexionar sobre lo acaecido en Málaga, donde el resultado final (79-65) no reflejó de ninguna manera lo que EL EQUIPO AURINEGRO, demostró en la cancha.
El equipo malagueño, se presentaba con la jactancia de un resultado a su favor, mientras que desde, el banquillo, nuestro técnico, Txus Vidorreta, afirmaba; “podemos forzar el tercer partido”
Toda la familia aurinegra, sabía que teníamos que administrar nuestro orgullo, de un equipo, modesto pero GRANDE, donde el lema; era evitar que la temporada acabara a las primeras de cambio.
Los aurinegros saltaron a la pista con la mentalidad de combatir, de pugnar, de luchar… De caer, si se caía, pero con orgullo y la cabeza alta, demostrando la valía de un campeón de la Basketball Champions League, y el que fue líder durante 8 jornadas de la Liga Endesa, finalistas en la Copa del Rey, y miembros de un playoff por el título de la ACB, por méritos ganados a pulso en la cancha.
En frente, un rival de entidad, el Unicaja de Málaga, un gigantes del baloncesto español, con un presupuesto que nos cuadriplica, con una plantilla de las mejores de Europa, que no supo ni pudo, contra el ORGULLO AURINEGRO, y los malagueños cayendo derrotado por 73 a 67.
Triunfo de carácter, de orgullo y de enorme valor moral.
¡VAMOS CANARIAS!