Cierto que al final se sufrió, cierto que no lo hicimos bien, pero no es menos cierto, que todo esto fue consecuencia de los nervios, que nos atenazaron. Era vital la victoria, objetivo que se cumplió (77-75).
Los aurinegros, poco a poco fuimos entrando en el encuentro, hasta el punto de conseguir una renta de 19 puntos, con un Vasileiadis pletórico, era nuestro estilete en ataque… jugando alegres, pero llegó un momento que bajamos la guardia, y el equipo catalán fue limando poco a poco las diferencias. Hasta llegar a los instante finales, cuando pensaba que estaba todo de nuestra parte, pero dos fallos consecutivos, nos dejó congelados… donde tuvo que imperar la prudencia imperó la desesperación, pero al final pudimos respirar y continuar con la lucha por los play-off.
¡VAMOS CANARIAS!