Esta vez, los novatos de la categoría se convirtieron en
profesores y como no podía ser de otra manera, se alzaron con la victoria.
Anoche, martes 22 de enero, en el Pabellón Santiago Martín, y
ante una nueva magnífica entrada de 4.293 espectadores, el C.B. Canarias
consiguió vencer al Asefa Estudiantes por 84 a 79 en un encuentro donde la defensas
superaron al ataque, reafirmando lo que manifestó el mítico entrador de la
selección española Antonio Diaz Miguel; “La defensa, es la llave del baloncesto
moderno”.
El equipo estudiantil comenzó metiéndonos miedo en el cuerpo
de la mano Tariq Kirksa y Jason Granger, poniendo tierra de por medio en los
prolegómenos de este primer cuarto (3-11).
Pero, apareció “el que toca el cielo”, Jakim Donaldson, el
máximo reboteador de la Liga Endesa (11 rechaces), lograrían con el “resto de
estrellas” colocar dos puntos arriba a los aurinegros en este primer periodo
(18-16).
El segundo cuarto, se desarrollaría a imagen y semejanza del
primero, salvo por detalles que pocas veces se ven, como un alley-oop, que
nació de la mano de Carles Bivià, y finalizado por Levi Rost, que levantó a los
aficionados de sus asientos.
Los de Magariños, se aferraban al encuentro gracias al tiro
exterior, y puntualmente, el venezolano Lucas Nogueira, que hacía mucho daño en la zona.
Fue el capitán Jaime Heras, y quien realizó unos minutos brillantes, el que machacó la
canasta contraria con un triple, llegándose al descanso dos puntos arriba a
favor del C.B. Canarias (38-36).
Tras el descanso, las defensas no daban respiro. Y surgió en la escena, la afición, ya que intuía, que la cosa no
andaba bien, por un lado, la actuación de los colegiados, que era pésima, y por
otro, no dejar que el equipo se relajara, finiquitando así este cuarto,
nuevamente con dos puntos de ventaja para el equipo local (58-56).
Y llegó el inevitable ultimo cuarto, la afición volcada, la
tripleta arbitral haciendo de las suyas, y un marcador igualado con apenas un
minuto y medio por jugarse 77 a
77. Balón en manos del Asefa Estudiantes, errando el tiro, posterior ataque de
los aurinegros, y sobre la bocina, Levi Rost perfora la canasta con un triple,
causando el deliro entre la afición.
El Pabellón Santiago Martín, se convertía por unos segundos
en el Ríos Tejera. Treinta segundos nos separaban de la victoria, pero la
ansiedad le pudo a los estudiantiles, y los profesores por un día, los
aurinegros, se iba a la línea de tiros libre, aumentando la renta a cinco
puntos, poniendo la séptima victoria de la temporada en nuestro casillero.
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