El debut en la liga y ante su afición del C.B. Canarias, nos
costó “sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”. Los aurinegros dejamos escapar una
diferencia de 20 puntos en el último cuarto, con un escalofriante parcial de los
gallegos 7-25, que enmudeció el Pabellón Santiago Martín, pero que no fue óbice
para que la afición dejara de animar, y el equipo de luchar.
Nuestro juego interior estuvo demoledor en el primer cuarto,
coadyuvado con el acierto desde el perímetro de Saúl Blanco, que estuvo
francamente pletórico. Pero quien destacaba en la zona era el omnipotente Blagota
Sekulić, el solo se bastaba con todos los pívot del Rio Natura Monbus,
finalizando este primer periodo con un 25 a 17.
También, fue excelente la actuación de Carles Biviá. Nuestra defensa seguía siendo magnífica y nuestro
juego interior no lo era menos, con un
Pipa y Sikma controlando la zona aurinegra, concluyendo el segundo cuarto con un 40 a
29.
El tercer cuarto fue un festival de ataque del C.B. Canarias,
donde se lograría una ostensible ventaja, y que a la postre fue un
colchón que nos salvó de males mayores (63-49).
Y llegó el cuarto del sufrimiento, el Obradoiro, lejos de
arrojar la toalla, poco a poco, punto a punto, fue limando la diferencia. El
equipo se había bloqueado, las soluciones no venía de ningún lado, gracias a
los acierto desde línea situada a 4,60 solventamos la situación de igualdad en
los instantes finales, poniendo “la primera victoria en el bote” (76-74) en la segunda
temporada de la Liga Endesa.
¡VAMOS CANARIAS!
Foto: ACB.