El C.B. Canarias volvió a dar un recital de “baloncesto rock”, un baloncesto rápido, ágil y vistoso, donde se lee el juego poniendo la velocidad adecuada a cada una de las acciones. Parte del secreto del juego desplegado de los canaristas, se enmarca en la captura del rebote, tras una buena defensa, y posterior salida del balón, con pases precisos y fastuosos.
Desde el inicio del encuentro se vio a un equipo aurinegro intenso en defensa y profuso en ataque. Y prueba de ello, que en escasos dos minutos de juego se pusieron cinco puntos arriba, con la guinda de un mate Blagota Sekulić.
El conjunto badalonés, se vía desbordado, viviendo gracias a los puntos del incombustible Sergi Vidal, y de Albert Ventura. Pero enfrente tenía a un C.B. Canarias en horas dulces, la Penya sabía que tenía que poner toda la carne en el asador, y lo hizo, endosándole a los aurinegros un parcial de 0-8 (73-63) que fue apagado por Nico Richotti desde más allá de la línea de 6,75, y con un potente mate de Xavi Rey.
Lejos de perder la compostura, el C.B. Canarias, aguantó el tipo, merced a un Fotis Lampropoulos que se hacía dueño del rebote defensivo, y las dosis de acierto desde el tiro libre, que con cuatro aciertos seguidos desde el 4,60, marcaba la distancia suficiente.
Un encuentro vistoso, lleno de un gran baloncesto, con un trabajo de equipo excelente, finalizando el encuentro con la victoria aurinegra por 89 a 83.
Foto: C.B. Canarias
¡VAMOS CANARIAS!