Ayer caía estrepitosamente el C.B. Canarias, ante una plantilla la del Unicaja (88-67) con más profundidad que la de los aurinegros. Y lo hacía después de tener entre las cuerdas a un equipo que no encontraba la solución durante tres cuartos. Pero llegaron los cambios, y tras muchos minutos de angustia en el bando cajista, y con un Jakim amenazado con 4 fatas, apareció Marcus Williams, quien abrió el tarro de las esencias, y sin tiempo para reaccionar, la reacción canarista fue anodina, ya que el choque se había decantado del lado del Unicaja.
Ahora toca pasar página y poner la vista en el próximo domingo ante otro de los gallitos de la competición el Caja Laboral.
¡VAMOS CANARIAS!